El Río de la Vida
The River of Life
marimba solo
Compuesta en enero de 2009. Es una descripción de nuestra experiencia de la vida representada en el ciclo vital del salmón.
Instrumentación:
Marimba 4.5 octavas (F2-C7)
Duración:
8:00 min.
Obra dedicada a Andrés Carrera
Sinopsis
La vida se asemeja a un río, en el que navegamos tanto por aguas tranquilas como turbulentas. Como el salmón, tenemos la oportunidad de maravillarnos con las bellezas del camino y afrontar los desafíos que nos presenta nuestro propio río... nuestra extraordinaria vida.
"El Río de la Vida" nos presenta tres elementos claramente diferenciados, cada uno con su significado:
Moderato: representa el inicio de la vida, ese momento de descubrimiento y asombro frente a lo nuevo, donde la curiosidad despierta incluso ante lo evidente. El pequeño salmón se aventura por las serenas aguas de un río inocente, explorando su entorno.
El segundo elemento simboliza el crecimiento continuo del salmón: junto con el río, surgen nuevas y más complejas experiencias que moldean su carácter y definen su esencia.
Poco Mosso: nuevas sensaciones y una sed insaciable de aventura conmueven a nuestro protagonista. Las aguas del río se precipitan con intensidad, explorando lo desconocido, mientras el salmón experimenta la emoción de los altibajos y la agonía de los sentidos, persiguiendo corrientes cada vez más desafiantes que lo conducen, casi por sorpresa, al océano.
Es el momento de adoptar una nueva perspectiva, de reinterpretar el viaje inicial desde una óptica distinta. La vida nos revela entonces el significado de lo vivido: la lógica de los acontecimientos, el valor del esfuerzo y la lucha a contracorriente, enfrentando las dificultades del río. Nuestro salmón avanza con la fortaleza que le otorgan las experiencias pasadas y el coraje impulsado por la expectativa de alcanzar su plenitud.
Allegro Vivo: la felicidad y la satisfacción del regreso, el deleite de recordar lo vivido y la plenitud de sentirse realizado. Estos logros, tan anhelados por todos, deben aceptarse con humildad y honestidad, reconociendo su naturaleza sencilla y auténtica, porque, al fin y al cabo, somos solo pasajeros en este mundo.
Ahora, nuestro salmón descansa en calma, sereno y en paz, mientras una nueva vida comienza su travesía por las asombrosas aguas del río de la vida.
