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sinfonía-obertura
RAYMI
Compuesta en junio de 2013, “Raymi” es una obra programática que consta de cuatro movimientos. En ella se incorporan elementos fundamentales como la polifonía, la polirritmia y la percusión corporal. A partir de un solo tema, esta composición ofrece al oyente un mundo diverso de colores y sensaciones, todo ello sin perder sus raíces en lo indígena y lo tradicional.
Instrumentación:
Piccolo, 2 Flautas, 2 Oboes, Corno inglés, 2 Clarinetes en B-bemol, 2 Fagotes, Contrafagot, 4 Cornos franceses, 3 Trompetas en B-bemol, 2 Trombones, Trombón bajo, Tuba, Timpani, 4 Percusionistas, Sección de cuerdas
Duración:
31:00 min.
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Música Sinfónica
Partituras y Partichelas
La estructura general de la obra está concebida en las siguientes formas: “Allegro – Sonata”, “Rondo y Coda”, lo que permite distinguir los siguientes movimientos:
Sinopsis
I) EL INCA
El compositor emplea la armonía tradicional para representar el amanecer sobre el magnífico territorio inca; el sol resplandeciente asciende majestuosamente, iluminando la figura del indígena que trabaja. El motivo principal, introducido por el corno inglés al comienzo de la composición, simboliza al dios Sol Inti, mientras que la sección de metales transmite la grandeza del líder inca ante sus súbditos.
II) DANZA DEL SOL
Este movimiento está estructurado como "Allegro - Sonata".
Durante las fiestas del Inti Raymi es tradicional bailar al ritmo del sanjuanito. Se rinde homenaje al dios Inti a través de una danza intensamente masculina, que el compositor imagina dentro de un marco armónico contemporáneo de pronunciadas polirritmias, con el persistente "ostinato" del sanjuanito siempre presente. Simultáneamente, el tema dominante, a cargo de los vientos, surge como una poderosa danza guerrera.
La tuba anuncia la llegada del chamán que dirige la ceremonia. El desarrollo del movimiento es una danza que se vuelve cada vez más intensa, majestuosa y dramática. La danza alcanza su clímax en la recapitulación del tema principal: la danza del Sol. El chamán, ahora representado por la trompa, se presenta de nuevo y anuncia la llegada de las mujeres. La danza termina poco a poco mientras los participantes indígenas se sientan alrededor del círculo sagrado.
III) DANZA DE LA LUNA Y RITUAL
Un ostinato polirrítmico de las cuerdas anuncia que ha llegado la noche. El ambiente se calma, y con la entonación sutil del violonchelo y la trompa surge el tema de la diosa Quilla (diosa de la Luna). El efecto de “armónicos” en los platos simboliza la noche, mientras que los acordes mantienen su base armónica para permitir que los vientos introduzcan variaciones del tema principal de este movimiento.
De repente, aparece el Chamán, invocando a los dioses para celebrar un ritual junto al pueblo. Los cuernos de guerra (trompa y tuba) se unen al pueblo que clama a los dioses, representados por las cuerdas y los vientos. Cantan y zapatean.
El desarrollo comienza con un solo de flauta e incorpora elementos del tema principal. Culmina con la llegada del Dios Sol y la Diosa Luna, cuyos temas ahora están entrelazados, en el que se representa la encarnación de los dioses, para festejar junto a su pueblo, las fiestas.
IV) RAYMI
Su significado en lengua kichwa es “Fiesta”.
El movimiento final de esta pieza presenta la forma “Rondo” con una Coda final.
La celebración comienza con un ritmo de “Yumbo”. Diversas variaciones temáticas con carácter festivo crean un ambiente de gran celebración. El ritual que se forma dentro del círculo sagrado lleva a hombres y mujeres a cantar los nombres de sus dioses: “¡Inti Raymi!” (Fiesta del Sol) y “¡Quilla Raymi!” (Fiesta de la Luna), acompañados rítmicamente por el zapateo al ritmo del Yumbo.
La fiesta continúa con un breve repaso de los temas anteriores, culminando con una enérgica coda final liderada por la sección de metales. Aquí, el tema del dios sol surge de manera majestuosa e imponente, hasta que se suma toda la orquesta, capturando el espíritu del pueblo que despide enérgicamente a los dioses con el grito: "¡Raymi ha!".